Hacer tu música, componer, es algo muy personal, mágico e inexplicable. En ello, se cruzan y se convive con esa ligera linea, que por una parte, nos proporciona la propia y extraordinaria acción creativa y emocional, y a su vez, nos enfrenta y luchamos contra una realidad impuesta y las situaciones del día a día común. Ésta sensacional y dura tarea musical de componer, el hacer tu música, nunca fue fácil, en ninguna época, ni tampoco es algo que esté al alcance de cualquiera. Quizás, sea esa una de las cosas que lo hace tan único, excepcional.
Aparte de épocas, de medios o de formatos posibles que puedan existir o sean utilizados para tal fin, fundamentalmente se contemplan, hay dos maneras de hacer o crear música y canciones. Una, es la que se hace según esté impuesta por los formalismos, y / o lo que esté de moda…o marque el negocio. La otra, es la que se hace, se manifiesta de forma natural, innata, a veces divergente, para dejar legado. A mi juicio, creo que existe una gran y absoluta diferencia entre la una y la otra. El negocio musical es mucho más especulativo, manipulador, rápido y espumoso , en cambio, la música autentica, dilatada, hecha el dejar legado, requiere de tiempo, de verdadera entrega, incluso de sacrificios, es mas complicado, austera, desapercibida en bastantes ocasiones.
Siempre ha habido músicos y compositores, profesionales o no, que de manera bastante general, tienden a sobreplanificar todo en sus composiciones, y más aún, en la música o la canción comercial, donde se planea y controla todo lo que suceda al detalle. En la mas reciente actualidad, algunos primero hacen cálculos de todo tipo, ya sea, para vender, en audiencias, o en acciones mediáticas, de pose, imagen y sobre todo aplicando marketing puro y duro.
Ultimamente, parece qué casi cualquiera puede aspirar a eso de “ser o hacerse famoso en el mundo musical ” de la noche a la mañana, bien sea, a golpe de pantalla o estarndo en todas las redes sociales, y si además, se le echa jeta al asunto, o tengas posibilidades de salir en el plasma televisivo si se cuenta o se tiene un buen padrino o representante.
A mi juicio, una música / canción idealizada, bien acomodada o impuesta por la moda suele ser normalmente algo bastante pasajero, fácilmente digerible para el oyente y quizás más rentable_ económicamente_ Por el contrario, un música creada para dejar legado, genuina, qué no sea lo habitual, arriesgado, distinto …, desde luego eso es otro cantar.
Estimo que un verdadero compositor, un artista, ha de buscar su sitio, y expresar su propia música, tratar de dejar su huella, su legado…,y no dejarse arrastrar simplemente por la inercia impuesta, por mera comodidad o en buscar solo la rentabilidad monetaria.
Lo mas importante, en mi opinión, es dejar en tu creación tu verdadera esencia personal, calidad artística y originalidad, acompañado de la honestidad y del prestigio que caracteriza a tu trabajo. Eso entiendo, es dejar legado. Es posible que esto implique o sea el camino mas difícil, quizás no deje, a priori, tantos beneficios económicos, pero, si será el fiel reflejo de tu esencia musical y un legítimo legado en este mundo. Esta acción tan determinante, en sí misma, lo hará seguramente único y perdurable. Por eso digo: La Música, tú música, cuando es verdadera… no miente.
Antonio J. Martín. Composer. Musical producer.
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